Netflix estrenó recientemente “50 segundos: el caso de Fernando Báez Sosa”, una miniserie documental de tres episodios que aborda la tragedia con una mirada cronológica y detallada. La producción busca ir más allá de los titulares sensacionalistas, reconstruyendo minuciosamente cómo se desarrollaron los hechos que llevaron al fatal desenlace, desde los momentos previos hasta el brutal ataque que duró exactamente lo que su título indica.
El documental se destaca por su enfoque sobrio y la habilidad para manejar la delicada cronología del crimen. Al ser un caso con tantas aristas mediáticas y legales, la serie se posiciona como una pieza clave para entender el impacto del suceso y cómo la evidencia visual y los testimonios convergieron para esclarecer la verdad. “50 segundos” no solo narra el crimen; también interroga a la sociedad sobre su propia responsabilidad y el valor de la vida, temas recurrentes en el mejor true crime de la plataforma.
Para lograr una perspectiva tan íntima como completa, el documental de Netflix ofrece entrevistas exclusivas que aportan voces clave al relato. La producción logró reunir testimonios de personas no solo cercanas a Fernando, como su familia y amigos, sino también de figuras directamente involucradas en el caso, lo que proporciona una visión multifacética.
La serie cuenta con la participación de periodistas que cubrieron el proceso, integrantes del ámbito judicial y policial, incluido el teniente de Villa Gesell, y, notablemente, ofrece la perspectiva de algunos de los rugbiers condenados y sus familias, en un esfuerzo por retratar la magnitud total de la tragedia.
Lo que no está en al serie es la persona que intenta reanimar a Fernando, la chica que le hizo RCP, quien habló en “X” diciendo que sólo le dieron el lugar a quienes hicieron daño. Virginia Perez no fue parte de este documental, pero fue la persona que estuvo con Fernando hasta sus últimos minutos.

