A una semana de asumir como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ejerce presión sobre Israel y Hamas para lograr un cese del fuego en Gaza que permita la liberación de los rehenes cautivos en la Franja. Las negociaciones, lideradas por Qatar y Egipto, se encuentran en una fase crítica, sin que haya aún un acuerdo definitivo sobre los términos de la tregua.
El mandatario electo desea anunciar el fin de las hostilidades y la libertad de los rehenes judíos durante su discurso de investidura el próximo 20 de enero. Trump aspira a transformar ese día en un hito histórico, donde la tregua entre Israel y Hamas sería el primer logro de su administración.
Las conversaciones se centran en definir la cantidad de secuestrados que serán liberados, la posición que mantendrá el ejército israelí en Gaza y el número de presos palestinos condenados por terrorismo que obtendrían su libertad a cambio. Hasta el momento, no se ha alcanzado un consenso sobre estos puntos clave.
En sus últimos días como presidente electo, Trump ejerce una fuerte presión sobre ambas partes para que logren un acuerdo antes de su asunción. El cese de hostilidades en Gaza y la liberación de los rehenes serían un importante triunfo diplomático con el que Trump buscaría iniciar su mandato.