Manitos que simulan alas, miradas fijas en horizontes, un corazón que habla de amor y el alma que abraza sin contacto…
Con el transcurso del tiempo y el avance en la ciencia, hemos conocido de aquella condición denominada Trastorno Espectro Autista. ¿Qué es? ¿Cómo se diagnostica? ¿Cuáles son las características?
Desde hace más de una década los especialistas han empezado a estudiar esta condición, para algunos, un poco rara. Lamentablemente, para quienes desconocen al respecto, esta denominación y/o condición (científicamente) va presentando ciertas dificultades al momento de la sociabilización e interacción.
En los últimos años las concurrencias de padres a los neurólogos o especialistas en neurodesarrollo infantil, han ido en aumento, hay quienes han considerado esto como una tendencia – el autismo, sin saber siquiera lo que ello significa no solo para quien lo condiciona sino también para quienes los rodean.
La OMS indica que a nivel mundial uno de cada 160 niños presenta Trastorno del Espectro Autista (TEA), siendo su incidencia más alta en varones. Trabaja para generar conciencia, para luchar contra la discriminación y por el reconocimiento de los derechos de los autistas.
Muchas veces por desconocimiento, falta de sensibilización o mala comprensión de esta realidad, surgen mitos que generan desencuentros que no favorecen a los procesos de inclusión de las personas que viven con esta condición. No somos todos iguales. A las personas con autismo -lógicamente- les sucede lo mismo que al resto, sólo que con más dificultades.
Es que no existe “un” solo tipo de autismo: la condición de ellos son -según define la OMS- “un grupo de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, y por un repertorio de intereses y actividades restringido, estereotipado y repetitivo”.
No es una enfermedad, es otra forma del desarrollo como consecuencia de una disfunción cerebral que se da antes de los tres años de vida. Ellos tienen necesidades asistenciales complejas y requieren servicios integrados que incluyan promoción de la salud, atención, rehabilitación y colaboración con sectores como el educativo, el laboral y el social, que les permite gozar de una vida más saludable en todo aspecto.
La empatía es la mejor manera de ayudar a quienes no le es fácil a diario incluirse y desarrollarse en el día día ante un mundo que ven diferente y que los ve diferente.
El 2 de abril se celebra el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, sin dudas es un día de celebrar la Vida y a las personas que nos enseñan del amor, de la paciencia, de las diferencias y la aceptación.. – es una de las manifestaciones que alza una madre enamorada de su niño, que más allá de las dificultades que se pueden presentar, ella disfruta del hermoso corazón de su amado hijo.
Abracemos con el espíritu a quienes enseñan del amor de una manera diferente y no conocen de maldad.