Una voz desde el interior profundo

Con motivo de celebrarse el sexagésimo aniversario de la Fiesta Provincial del Tabaco, el gobernador de la Provincia, Gustavo Sáenz, pronunció un elocuente y sentido discurso expresando claramente su posición ante la defensa de los intereses de Salta y la región y en particular de la producción tabacalera. Dijo el primer mandatario que bregó para que a través del Fondo Especial del Tabaco, se corrijan injusticias en la Ley de Impuestos Internos y de ese modo lograr que la producción tabacalera tenga el reconocimiento que se merece. Añadió que se unieron los gobernadores de Salta, Tucumán y Jujuy teniendo como denominador común a la industria azucarera y a la par exigió que la Nación tenga un trato justo en las retenciones para los productores de soja y maíz en el noroeste argentino. En tono emocionado Sáenz afirmó categóricamente que: los intereses de nuestro pueblo están por encima de cualquier partido político y en razón de eso pidió que nuestros legisladores nacionales antepongan la defensa de nuestra gente. Ese debe ser el límite, sostuvo el gobernador. Finalizó su alocución sosteniendo que, solamente juntos y con una mirada federal no se  repetirá la historia que siempre relegó a las provincias del norte.

El discurso del gobernador en el marco de una jornada particularmente relevante para la producción tabacalera, debido a que Salta tiene alrededor de 18.000 productores, no fue uno más, sino que se erigió en una suerte de voz clamorosa que le puso palabras a un reclamo que se va extendiendo a lo largo y ancho del país acerca de que debe generarse en forma urgente una política que posibilite reactivar la alicaída producción nacional. Claramente, esta línea de pensamiento, de la que Sáenz fue el abanderado apenas asumió como gobernador, tiene por norte al federalismo como forma igualitaria del reparto de recursos que les pertenecen a las provincias y que injustamente le son retaceados con la implicancia que ello apareja.

Quienes lo tratan con frecuencia, advierten que Gustavo Sáenz viene señalando un camino diferente entre todos los otros mandatarios provinciales y lo va perfilando como un representante genuino de una corriente federal que lo que busca es el desarrollo nacional en forma integrada e inclusiva. En cada oportunidad que le ha sido propicia Sáenz de diferentes modos ha expresado su plena convicción sobre cuál es el rumbo por el cual la Argentina y Salta deben tomar para un despegue definitivo de la economía nacional, particularmente, en un momento donde la realidad muestra que más allá de las preocupaciones financieras no se esbozó aún cuál es el proyecto para favorecer la consolidación de la producción y un renacer del consumo, absolutamente caído en vastos sectores de la población, y en especial en el comercio y la industria.

Seguramente, el mensaje del gobernador a los tabacaleros habrá repercutido favorablemente en los popes de la industria nacional cuya caída pronunciada los atormenta día a día, mientras las cortinas comienzan a bajarse y el porcentaje del desempleo aumenta. Acaso los inversores quieren gobernadores absolutamente proactivos, sabiendo que para poder radicarse, tendrán la seguridad de que todas las puertas se abrirán, mucho más que cuidando el déficit y el ahorcamiento financiero a las provincias, con la posibilidad de encontrar un marco adecuado para generar fuentes genuinas de trabajo y seguridad de las inversiones a largor plazo. Claro está que Salta ofrece esa vía. Sólo falta que no se le sigan poniendo obstáculos ni se paralicen las obras indispensables, porque sin infraestructura resulta imposible que se aumente la producción. En algunos legisladores nacionales esta cuestión puntual, no parece figurar en sus agendas.