Pablo Laurta fue capturado en Entre Ríos junto a su hijo, tras una denuncia por desaparición. La agrupación, de tinte antifeminista, considera a la feminidad como un “complemento natural de la esencia masculina” y exige dar lugar a las “problemáticas masculinas”. El propio detenido hizo una publicación en la página oficial del movimiento
El nombre de “Varones Unidos” trascendió casi al mismo tiempo que se conoció la noticia del doble femicidio ocurrido el sábado por la mañana en la localidad cordobesa de Villa Serrana. Es que el principal sospechoso de haber cometido el crimen de Luna Giardina (24) y su madre, Mariel Zamudio (50), militaba para esta agrupación dedicada a “generar un diálogo real y representativo, donde se respete a la verdad, y en el que estén incluidas las perspectivas de ambos sexos”, de acuerdo con la propia presentación del espacio.
El movimiento, del que Pablo Laurta participaba activamente, sostiene como eje su postura frente a la política de género y la defensa de los derechos de los varones.
Por su parte, el acusado —quien había sido denunciado por quien fuera su pareja y víctima del crimen, Luna Giardino- se presentaba en redes sociales como un “militante anti-feminista” y un empresario de medios digitales. Había expuesto su caso en la web de Varones Unidos en donde hablaba de la disputa que mantenía con la víctima, por la tenencia del menor. “Cómo la Justicia feminista de Córdoba mantiene a un niño secuestrado en Argentina en un contexto de extorsiones y explotación infantil”, titulaba el artículo subido a la solapa de Casos.
En tanto, Giardino había expresado respecto a su relación con el sospechoso: “Desde que comenzamos la relación, me manipula y me obliga a hacer cosas que yo no quiero, como tener relaciones sexuales cuando yo no quería, a ir a Uruguay cuando yo no quería, no me dejaba tener redes sociales, no me dejaba tener celular y no me dejaba trabajar”.
“Me echa la culpa de que mi hijo es caprichoso porque yo lo consiento, y que no puedo emitir opiniones respecto a la crianza de mi hijo, no me deja comprar ropa, no me da dinero para que pueda comprarme lo que yo quiera, y dice que yo malgasto el dinero”, añadió. El relato contaba también que “desde que estamos en pareja, cuando yo estaba embarazada, me quise separar porque él me insultaba todo el tiempo, me pegaba cachetadas que él decía que no eran golpes porque según él ‘no eran tan fuertes’, e incluso discutimos sobre el nombre que pondríamos a nuestro hijo, y lo eligió él, yo no pude decidir. Luego que nació mi hijo, decidió realizar un ADN porque decía que el niño no era su hijo, pero el resultado fue positivo”.
A Laurta lo atraparon este domingo por la tarde en Gualeguaychú, Entre Ríos, y las autoridades sospechaban que su destino final era Uruguay, de donde es oriundo. Iba acompañado de su hijo de cinco años, P.T.L., a quien buscaban intensamente tras el hallazgo de los cuerpos sin vida de la mamá y abuela del nene, en una vivienda de la calle San Pedro Toyos y Chimu, en Córdoba. Según confirmaron fuentes del caso el menor se encontraba en buenas condiciones de salud.