Una mujer que decía tener “contactos” ofrecía a vecinos de Antillas gestionar supuestos descuentos en facturas de servicios. Le transferían el dinero para los pagos, pero luego descubrían que nunca se habían efectuado. Además, actuaba de forma coordinada con otras personas que le facilitaban la maniobra.
El fiscal penal de Rosario de la Frontera, Oscar López Ibarra, imputó de forma provisional a una mujer de 27 años como autora de los delitos de asociación ilícita en carácter de jefa y de estafas reiteradas (hechos varios) en concurso real. También imputó a cinco hombres mayores de edad como coautores de los delitos de asociación ilícita en carácter de miembros y estafas reiteradas (hechos varios) en concurso real.
La investigación de la Fiscalía se inició a partir de al menos diez denuncias realizadas por vecinos de la localidad de Antillas, quienes relataron de manera coincidente que tomaron contacto con la mujer, quien se ofrecía a conseguirles descuentos o beneficios en el pago de boletas de servicios, argumentando tener influencias para lograrlo.
Los damnificados indicaron que le transfirieron dinero para que concretara los pagos y que luego, al ser intimados por las empresas, constataron habían sido realizados, lo que les produjo perjuicios económicos.
Intentaron contactarse infructuosamente con la supuesta “gestora”, quien nunca les dio respuestas.
A partir de las tareas investigativas, se identificó a la acusada como la persona que contactaba a los damnificados y, mediante engaños y ardides, los convencía de transferirle dinero para gestionar pago de servicios con presuntos beneficios que nunca se concretaron. Asimismo, se determinó que los otros imputados actuaban de forma conjunta y organizada, aportando datos de tarjetas de créditos y débitos que no les pertenecían para realizar esos pagos, los cuales luego eran desconocidos por los titulares.
La maniobra defraudatoria era posible porque el grupo adquiría de manera ilegal, datos de tarjetas de crédito de terceros y, con ellos, pagaba las facturas de sus “clientes” por el valor total, quedándose con el dinero que estos les habían entregado.

