Estados Unidos aseguró que ve viable un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania tras una nueva ronda de conversaciones celebrada en Florida. El presidente Donald Trump afirmó que existe “una buena posibilidad” de lograr un entendimiento, mientras su administración prepara una misión diplomática a Moscú para discutir el mismo tema con el gobierno ruso.
La reunión, realizada en Hallandale Beach, al norte de Miami, reunió a la delegación estadounidense encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio con representantes ucranianos. Según el propio Rubio, el encuentro fue “productivo”, aunque remarcó que “queda trabajo por hacer”. Las conversaciones también contaron con la presencia del enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, y del asesor Jared Kushner.
Trump, consultado por periodistas a bordo del Air Force One, aclaró que los avances dependen de lograr soluciones a los desafíos internos del gobierno ucraniano. Mencionó el reciente escándalo que obligó al presidente Volodimir Zelensky a destituir a su jefe de Gabinete y a su principal negociador. “Ucrania tiene algunos problemas difíciles”, declaró. Aun así, dijo que ve un horizonte favorable.
La delegación ucraniana estuvo encabezada por Rustem Umerov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional, acompañado por Andrii Hnatov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, y el asesor presidencial Oleksandr Bevz.
Umerov informó que ya comunicó a Zelensky los avances obtenidos. El propio mandatario ucraniano valoró “una dinámica constructiva” y señaló en X que todas las cuestiones fueron planteadas con el objetivo de proteger la soberanía del país.
Las negociaciones de Florida se inscriben en un intenso movimiento diplomático. El enviado especial Steve Witkoff viajará a Rusia para reunirse el martes con Vladimir Putin. Desde Washington buscan cerrar su propuesta con la aprobación de Moscú y Kiev.
Una fuente cercana a la delegación ucraniana reconoció que las discusiones siguen abiertas porque “aún se buscan formulaciones y soluciones”. Otra persona al tanto del proceso indicó que Estados Unidos pretende llegar a Moscú con los puntos principales ya acordados.
El plan estadounidense ha atravesado varias revisiones. El primer borrador incluía exigencias que generaron una fuerte reacción en Kiev y entre varios aliados europeos, ya que establecía la retirada ucraniana de la región de Donetsk y la aceptación de facto del control ruso sobre Donetsk, Crimea y Lugansk. Tras las críticas, ese documento fue modificado, y el contenido actual se mantiene en reserva.
Luego de la ronda en Florida, Zelensky viajará a París para reunirse con el presidente Emmanuel Macron. Mientras tanto, Rubio no asistirá a la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN prevista en Bruselas, lo que generó inquietud entre algunos aliados que siguen de cerca la estrategia estadounidense.
Las conversaciones se desarrollan mientras el conflicto continúa sin señales de desescalada. El saldo de la guerra incluye decenas de miles de muertos entre civiles y militares, además de millones de desplazados dentro y fuera de Ucrania.
En paralelo a la negociación diplomática, los ataques siguen en el territorio ucraniano: drones rusos impactaron en las afueras de Kiev durante el fin de semana, causando al menos un muerto y varios heridos, según autoridades regionales.
Estados Unidos intenta capitalizar esta combinación de presión militar, fragilidad interna en Ucrania y negociaciones paralelas con Rusia para encaminar un acuerdo. Las próximas conversaciones en Moscú serán determinantes para evaluar si Washington, Kiev y el Kremlin pueden avanzar hacia un entendimiento que ponga fin a casi cuatro años de conflicto.

