Se la vio sonriente, con semblante tranquilo y cómoda. Tal es la imagen que todos los medios del país captaron de la vicepresidenta Victoria Villarruel en su visita a Salta. Ataviada de gaucha, desfiló frente al Monumento al Héroe Guacho sin miramientos, recibió de manos del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, el texto del pacto de Güemes, comprometiéndose a que se lo entregaría al Presidente de la Nación y no dudó en sacarse fotos tanto con el mandatario salteño, como con Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero, Carlos Sadir de Jujuy, Osvaldo Jaldo de Tucumán y Raúl Jalil de Catamarca.
En definitiva, Villarruel comprendió la inquietud de los gobernadores sobre la paralización de la obra pública y el reclamo de fondos a las provincias, sin que ello la perturbara para presidir el acto conmemorativo más importante de los salteños.
En la vereda de enfrente, cuando no, se ubicaron tres de los diputados nacionales por Salta de La Libertad Avanza, Carlos Zapata, Emilia Orozco y Julio Moreno, más siete que visitaron también nuestra ciudad, a la par que comenzaron a participar de las celebraciones en homenaje a Güemes y luego se retiraron aireadamente.
La actitud de estos legisladores no sorprendió, por cuanto en Salta actúan de consuno, de común acuerdo, con Sergio Napoleón Leavy, Nora Giménez y Emiliano Estrada, sin ruborizarse. Kirchnerismo cerril en Salta y poses libertarias en Buenos Aires. Recordemos que todos ellos votaron de manera unánime y cerrada contra la tributación del tabaco y a favor de Pablo Otero, personaje sórdido y evasor serial, conocido como el Señor del Tabaco. Es sabido que estas cosas no ocurren por afecto, sino por otros intereses inconfesables, traducidos en “miles” de razones. En las elecciones a gobernador Estrada y Zapata compartieron fórmula, es decir que la familiaridad de trato es una costumbre entre ellos.
Dos cosas deben conocerse de lo que fue un papelón que repercutió en los medios nacionales de manera profusa. Primero que en su cuenta de X (ex twitter), Victoria Villarruel posteó que de haber comocido antes las actitudes kirchneristas hubiese venido con antelación a Salta a compartir y exaltar la gesta güemesiana. De ese posteo surge que la Vicepresidenta englobó en su deseo de visitar más días nuestra provincia en calidad de kirchneristas, tanto a Estrada, Leavy y Giménez como a Zapata, Orozco y Moreno, les molestó el desaire gratuito, como es lógico.
No se diferenciaron ninguno de ellos en su rechazo al Pacto de Güemes, es decir en su oposición a que se hagan las obras públicas que Salta necesita y en que la provincia reciba más fondos. Pero hay otro dato que revela como actuaron en forma premeditada para desairar a Güemes, a la Vicepresidenta, a los gobernadores visitantes y fundamentalmente al pueblo de Salta. El Pacto de Güemes tuvo un proceso previo de consultas y opiniones de una vastísima amplitud y difusión, es decir que todo aquel que participó en la conmemoración güemesiana, sabía que tomando como ejemplo y sin especulación alguna al Héroe Gaucho se firmaría el documento.
Tanto es así, que el diputado provincial Roque Cornejo Avellaneda hizo público un informe a la Subsecretaría de Ceremonial de la Provincia, anoticiando al encargado del área que visitarían Salta para asistir a los actos centrales del 17 de junio, los siguientes legisladores: María Emilia Orozco, Carlos Raúl Zapata, Julio Aurelio Moreno, el representante de Jujuy, Nicolás Mayoraz; el de Tucumán Manuel Quintar; el de San Luis, Álvaro Martínez; el de Buenos Aires, Alberto Arancibia, la de Rio Negro, Delia Ferreyra; la de Misiones, Florencis Klipaukay los senadores nacionales Ezequiel Atauche, por Jujuy, y Bartolomé Abdala por San Luis. Estos últimos finalmente no asistieron. Debe recordarse que merced a las gestiones realizadas por el Jefe de Gabinete de Ministros, Guiliermo Francos y el desempate logrado por Victoria Villarruel la ley Bases pudo tener media sanción en el Senado, luego de un trabajo de filigrana logrado por ambos. Sin ellos, esa sanción hubiese sido imposible. Los dos estuvieron en contacto permanente con los gobernadores provinciales.
De manera tal que el retiro de los diez diputados nacionales libertarios, socios del kirchnerismo duro en la política salteña, tanto en la votación adversa de la ley del impuesto al tabaco como en el compartir la fórmula gubernativa Estrada – Zapata en las elecciones provinciales del 14 de mayo del año pasado, fue una acción premeditada y cobarde, que lejos de afectar a Sáenz echó por tierra la memoria histórica de Güemes y desairaron a la Vicepresidenta de la Nación, que al momento de presidir el desfile del 17 de junio ejercía la primera magistratura, debido a que el presidente Javier Milei se encontraba de viaje en el exterior. Esas son las prácticas que pretenden que se consideren virtuosas. El pueblo debe tener memoria. Seguramente Victoria Villarruel también.