El romance político entre Mauricio Macri y Javier Milei parece haber llegado a su final, y como en toda ruptura amorosa, las recriminaciones no tardaron en aparecer. Este miércoles, tras el rechazo del PRO al DNU que buscaba regalarle 100 mil millones de pesos a la SIDE, el expresidente Macri soltó una frase que quedará para la posteridad: “Hace ocho meses que nos vienen boludeando”. Tal parece que la luna de miel libertaria no alcanzó ni para un triste aniversario.
El conflicto se intensificó cuando los diputados del PRO en el Congreso votaron en contra de la iniciativa oficialista. Este movimiento provocó una ola de críticas por parte de los seguidores libertarios, quienes, a pesar de que inicialmente veían al PRO como un aliado, ahora lo acusan de traicionar sus principios. En redes sociales, “El Gordo Dan”, un tuitero influyente en el entorno de Milei, fue uno de los primeros en arremeter contra Macri y su partido. “No somos y nunca fuimos de la misma ideología. Vos le vendiste pescado podrido a tu electorado y te rendiste a la agenda que defienden los kukas en el mundo. Por eso fracasaste en tu gobierno y en las elecciones. La diferencia es espiritual”, publicó en X, reflejando la profunda ruptura entre ambas fuerzas políticas.
Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad y exlíder del PRO, también criticó la decisión de su partido. “Amenazas narco, narcoterrorismo en Rosario, amenazas al Presidente de la Nación, un país que sufrió dos atentados… y una SIDE desmantelada. El DNU de fondos para la SIDE es para cuidar a los argentinos. Los diputados que votaron junto al kirchnerismo su rechazo, eligieron ponerse del lado de las mafias, los narcos y el terrorismo. ¡Ahora deberán hacerse cargo!”, expresó, sumando más leña al fuego en este enfrentamiento político.
Ante la creciente tensión y las recriminaciones, Macri dejó claro su descontento. Según reveló el periodista Lautaro Maislin, el expresidente expresó en privado: “Hace ocho meses que nos vienen boludeando. No le cumplen nada a los gobernadores nuestros, no aceptaron la integración y esto de la SIDE institucionalmente está mal”. Estas declaraciones reflejan no solo el malestar dentro del PRO, sino también la complejidad de las relaciones entre las distintas facciones de la derecha en Argentina, donde las alianzas y lealtades parecen cada vez más frágiles.
La ironía de todo esto es que mientras Milei y sus seguidores se desviven por atacar al “partido amarillo”, olvidan que hace no mucho tiempo parecían la pareja perfecta. Pero las relaciones políticas, como bien sabe Macri, son volátiles, y la promesa de un amor eterno se desvanece rápidamente cuando las expectativas no se cumplen.
