Mientras pende de un hilo el DNU que le otorgó $100 mil millones en gastos reservados, el plan para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) que diseña Santiago Caputo avanzó en los últimos días con el desplazamiento de 147 agentes, como prólogo de una purga que promete continuar.
“Queremos una SIDE con agentes que den garantías de capacidad, funciones y expertise en las políticas de inteligencia, por lo que no queremos a nadie que no esté alineado con nuestras políticas”, explicaron en la entidad que en los papeles conduce Sergio Neiffert.
Con este ajuste que se dio en áreas como Análisis, Contrainteligencia, Reunión y Apoyo, la planta estable de la SIDE quedó en unos 1.200 agentes; por ahora. En paralelo, la administración libertaria puso en marcha una auditoría integral para marcar a todos aquellos que no estén alineados con sus políticas de inteligencia y que revistan a anteriores lealtades. Eso incluye, sobre todo, correr del cargo a todo el personal que haya ingresado gracias a los auspicios de Fernando Pocino y Silvia Majdalani, y que sigan reportando a ellos en la actualidad.