La vanidad como pretexto negligente

Al diputado nacional Emiliano Estrada se lo conoce por una obsesión mononeuronal: su único pensamiento conocido es la crítica permanente al gobierno de Salta. Cree que con su modo pedante y de cierta altanería, que lo filmen manejando por las redes resulta suficiente para insultar a la totalidad de los legisladores nacionales, intendentes y legisladores provinciales. Con términos irreproducibles, queda claro que Estrada se siente mucho más cómodo con el discurso agresivo del líder de los libertarios que con la filiación política que dice tener. Tanto es así que en el Día de la Lealtad, -efeméride peronista por excelencia-  subió a las redes fotos con el senador Sergio Napoleón Leavy visitando al ex presidente de Bolivia, Evo Morales. Al igual que lo que hace en la Argentina, donde en Salta es libertario y en Buenos Aires kirchnerista oscilante; en Bolivia parece ser que se volvió trotskista. Nada tiene que ver lo que piensa Evo con el ideario del líder justicialista Juan Domingo Perón y menos con el Perón del 17 de octubre de 1945.  Una foto vale más que mil palabras, dice el saber popular.

Seguramente también debe haber simpatizado en su visita a Evo, con la oposición del líder cocalero a que se erradiquen los cultivos de coca para la producción de cocaína, que como bien enseñan en Bolivia, no es la misma que se utiliza para coquear. Sorpresas te da la vida. Y junto con eso, una amenaza integral y sin fisuras, con adjetivo calificativo de por medio, diciendo que todos los legisladores nacionales y provinciales de Salta, los medios de comunicación, los periodistas y los jueces de Salta son boludos. Sin excepción. Estrada está en la parte final de su mandato de diputado nacional. No se conoce qué ha hecho o qué presentó en los casi cuatro años en la Cámara de Diputados de la Nación en materia de lucha contra el narcotráfico. El gobernador Gustavo Sáenz acaba de gestionar ante la Ministra de Seguridad de la Nación que se instale una base de la Prefectura Naval Argentina en el Puerto de Chalanas que une las localidades de Bermejo con el municipio de Aguas Blancas. Por primera vez en la historia de la provincia, se consiguió que las cuatro fuerzas de seguridad nacionales puedan operar dentro del territorio salteño con lo que eso significa en materia de lucha contra el flagelo de la droga. Al menos en esta ocasión, en sus paseos en auto, Estrada pudo haber dicho: una buena.

 En el paseo mediático dice estar circulando por la Ruta Nacional 9/34, frecuentemente utilizada por los personeros de la droga, pero también carente de obras de infraestructura. Se queja del gobierno provincial, siendo competencia de Nación ¿Qué hizo en estos cuatro años, mientras el gobernador Sáenz buscó por todos los medios su ampliación y reconstrucción? Estrada no es un simple analista político ni un crítico de la realidad, es nada menos que un representante del pueblo de Salta en la Cámara de Diputados de la Nación. Parece que su lema de campaña será: critico pero no propongo. Puteo, pero no dispongo. Con ese criterio, no parece resultar muy atractivo a su posicionamiento similar al del camaleón, que cambia e colores como de calzón. Imposible no acordarse de un carnavalito para describir la personalidad poco proclive a la sonrisa de Emiliano: llegando está el Carnaval/llega Estrada pa’criticar/miente tocando el bombo y es libertario para putear/siempre está disconforme y por las rutas se hace filmar/Emiliano, humahuaqueñito, Emiliano humahuqueñito/pronto posa con Evo y para el día de la lealtad/olvida que en el pueblo se lo recuerdo a mi General. Como dicen los turistas, está más solo que Emiliano en el Día de la Lealtad ¿O será que la lealtad es a Milei y no a Cristina? No sean mal pensados.

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