Una de las peores tragedias ocurridas en el país en el último siglo se ha desatado en la Comunidad Valenciana, donde las lluvias torrenciales provocadas por una depresión aislada en niveles altos (DANA), conocida popularmente como “gota fría”, han desbordado ríos y anegado pueblos. Según reportes oficiales, hasta el momento, el saldo de víctimas asciende a al menos 62 muertos, además de decenas de desaparecidos.
El fenómeno climático ha golpeado principalmente las provincias de Valencia y Albacete, dejando tras de sí una estela de devastación. La Generalitat Valenciana ha confirmado que muchas de las víctimas se encuentran en áreas donde los servicios de emergencia aún no han podido acceder debido a las condiciones adversas. “Múltiples víctimas” es como ha descrito la situación el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quien se abstuvo de ofrecer cifras exactas en medio de la crisis.
Las imágenes que llegan desde la región muestran calles convertidas en ríos y vehículos atrapados en el lodo, mientras los habitantes se enfrentan a la dura realidad de las pérdidas y el desamparo. Las autoridades locales han comenzado a evaluar los daños materiales, aunque estos son, hasta el momento, incalculables.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha hecho un llamado a la población para “no bajar la guardia”, advirtiendo que el fenómeno extremo continúa afectando la región. Se espera que las condiciones meteorológicas sigan complicando las labores de rescate y recuperación en las próximas horas.
Mientras tanto, equipos de emergencia, ayudados por voluntarios, trabajan incansablemente para localizar a los desaparecidos y ofrecer asistencia a los afectados. En los próximos días, se esperan más lluvias, lo que añade incertidumbre y preocupación a una situación que ya es devastadora.