Acelerando en las curvas

Salvo Ayrton Senna el malogrado y superdotado piloto brasileño de Fórmula Uno que fue capaz de ganar el gran premio de Mónaco en un Toleman, un auto que en aquel momento era una especie de carretilla comparada a Mac Laren, Lotus o Ferrari, no se ha conocido a ninguna persona capaz de acelerar en las curvas con éxito y pasar al rival. En los últimos días dos hechos conmovieron sísmicamente a los salteños. El retiro efectivo -como se dice en las Fuerzas Armadas- del intemporal senador Juan Carlos Romero más el lanzamiento entre sus prominente dentadura conejil de Emilia Orozco como candidata gobernadora de la provincia, por parte del aceitunero fornido Alfredo Olmedo. La expresión conejil se refiere al conejo pero también a la sonrisa solapada o disimulada de quien quiere mostrar alegría y en realidad irradia frustración. Hasta hace poco era impensable que Alfredo anuncie a Emilia para subir al trono. Seguramente para alzarse con la primera magistratura provincial la pelilarga diputada deberá disponer de algo más de empatía y menos temor a la prensa, a la que destrata sistemáticamente, siendo que es la presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados de la Nación. Definitivamente, si la prensa no le es adepta, Emilia escupe sangre, casi como un dragoncito.

En simultáneo, el Doctor Chapatín, Carlos Zapata, acaba de manifestar en un semanario local que no está enojado con la prensa, sino dolido. El dolor de Chapatín es probable que se deba a su indisimulable adhesión al Señor del Tabaco, hoy prácticamente en la mira del ARCa más la justicia por ser una evasor serial y por el cada vez más recurrente rumor que le atribuye una sociedad, hasta ahora secreta, con el dueño del IMAC y de más del 50%de las clínicas privadas de Salta, Fernando Saavedra, junto al recientemente retirado Juan Carlos Romero. Esta noticia que tal vez vaya cobrando forma con el paso de los días, podría ser un boomerang para esos socios, que dicho sea de paso tienen ramificaciones y tentáculos por lugares insospechados. En cualquier caso, Emilia y Chpatín están prestos a ser candidatos en las elecciones de octubre. Emilia secundado a Olmedo como candidata a senadora, sin propuestas. Y Zapata como diputado nacional, con menos propuestas aún. Una lleva dos años como diputadas esgrimiendo como único logro haberlo puteado a Máximo Kirchner. El otro cumple cuatro años en la banca, sin un proyecto favorable a la producción de Salta, pese a ser un importantísimo productor tabacalero devenido en enemigo mortal de su antiguo comprador Massalin Particulares. Está claro que la suerte de los tres tiene nombre y apellido y se llama Javier Milei, porque sin Milei, los tres serían inexistentes.

Alfredo Olmedo, quien no se autopercibe casta, a pesar que bien siendo candidato desde el 2007 a esta parte y no se destaca por respetar los derechos fundamentales de sus sufridos trabajadores, ahora se ha ganado el mote de pala de ferretería porque la muestra nuevita y sin uso. Una metáfora de su total desapego a la responsabilidad de trabajar por sí mismo y de ganarse el sustento por sus medios, no por el de papi Alfredo Antonio Paulino Olmedo, un empresario exitoso absolutamente diferente a su vástago. Para Don Alfredo, el aceitunero es una especie de cometa sin piolín no se sabe hasta dónde sube, ni menos hacia dónde va. Lo que si tiene en claro, es que cuando habla de Emilia invita a ponerse pie y de paso le aconseja acelerar en las curvas ¡Será el recuerdo imborrable de tragarse varias como corredor de karting sin suerte? Todo es posible.