Tras las elecciones del domingo, la Justicia Nacional Electoral inició el escrutinio definitivo, el proceso oficial que valida los resultados y determina el cierre legal de los comicios. Aunque el conteo provisorio ya marcó tendencias claras a nivel nacional, este nuevo recuento podría modificar los resultados en al menos ocho provincias, donde la diferencia entre las principales fuerzas fue mínima.
Las miradas están puestas especialmente en Buenos Aires, Chaco, Río Negro, La Rioja, La Pampa, Corrientes, Santa Cruz y Chubut. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, la diferencia entre el primer y el segundo espacio fue de apenas 46.600 votos, mientras que en La Rioja la distancia fue de solo 621 sufragios, lo que mantiene abierta la posibilidad de un cambio en el resultado final.
El escrutinio definitivo es un proceso más minucioso y transparente: se revisan las actas de cada mesa, se recontabilizan los votos observados o impugnados y se verifican las urnas para garantizar la validez de los datos. Aunque desde la Justicia Electoral remarcan que los cambios suelen ser mínimos y no alteran el panorama general, los márgenes tan ajustados en algunas provincias generan expectativa.
En caso de que se modifiquen los resultados en estos distritos, podrían verse afectadas no solo las declaraciones de los ganadores locales, sino también la distribución de bancas en el Congreso. El proceso podría extenderse varios días antes de que se conozcan los números finales y se oficialicen los resultados de todo el país.

