Un hombre de 37 años fue condenado a un año de prisión efectiva por los delitos de coacción y desobediencia judicial, tras un juicio abreviado llevado a cabo ante la Sala I del Tribunal de Juicio del Distrito Centro. La fiscal penal de Violencia Familiar y Género 2, Mónica Viazzi, representó al Ministerio Público Fiscal en este caso.
La denuncia, interpuesta en noviembre de 2022 por la víctima, detalló un incidente en el que el acusado, con quien había mantenido una relación de dos años, se volvió agresivo mientras ambos viajaban en transporte público. Tras consumir bebidas alcohólicas en casa de un primo, el hombre comenzó a amenazar y vociferar en el autobús, exigiendo dinero para comprar drogas y amenazando con romper un vidrio y agredir a alguien si no obtenía lo que quería. El conductor del autobús detuvo la marcha y solicitó la intervención de la policía, que procedió a detener al agresor.
Esta no fue la primera denuncia de la víctima contra su expareja. En mayo de 2022, el Juzgado de Violencia Familiar y Género 3 había emitido una resolución que prohibía al acusado acercarse a la víctima y ejercer cualquier acto de violencia. A pesar de esta orden judicial, el hombre continuó con su conducta violenta.
El acusado, que cuenta con antecedentes penales incluyendo una condena a 8 años y 6 meses de prisión efectiva por homicidio simple en 2014, fue evaluado por el equipo interdisciplinario del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF). El informe destacó la existencia de riesgos significativos de nuevos episodios de violencia, caracterizados por patrones de violencia crónica, dependencia emocional, y consumo de alcohol y drogas.
La fiscal Viazzi subrayó que el acusado había desobedecido las medidas judiciales impartidas y había mostrado una conducta reticente. En su fallo, el juez Leonardo Feans aceptó la confesión del acusado y lo sentenció a un año de prisión efectiva, declarándolo reincidente por primera vez.