6 de cada 10 personas en el país tienen problemas de peso. Expertos brindan recomendaciones para adoptar hábitos más sanos.
El Día Mundial contra la Obesidad se conmemoró ayer 12 de noviembre con el objetivo de generar conciencia sobre los riesgos y complicaciones a la salud que genera esta condición médica. Esta jornada también se enfoca en difundir información útil que ayude a las personas a adoptar un estilo de vida más saludable a través de una alimentación equilibrada y con el respaldo de profesionales de la salud.
Según la Organización Panamericana de Salud (OPS), la obesidad se define como “una acumulación anormal o excesiva de grasa” que puede ser perjudicial para la salud. Lamentablemente, esta organización ha detectado un drástico aumento en las tasas de obesidad, las cuales se han triplicado desde 1975. Asimismo, la obesidad es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, anomalías cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares y diversos tipos de cáncer.
En el país, 6 de cada 10 personas cuentan con algún tipo de sobrepeso, lo que representa una situación preocupante. Sin embargo, expertos señalan que es posible adoptar un estilo de vida más saludable a través de algunos consejos clave:
- Alimentación equilibrada: Optar por una dieta variada, con mayor consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y proteínas magras. Evitar alimentos procesados, altos en grasas, azúcares y sal.
- Actividad física regular: Realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, como caminatas, natación o bicicleta. Combinar actividades aeróbicas con ejercicios de fuerza y flexibilidad.
- Hidratación adecuada: Beber agua en abundancia a lo largo del día, evitando el consumo excesivo de bebidas azucaradas y alcohólicas.
- Descanso suficiente: Procurar dormir entre 7 y 9 horas diarias para permitir que el cuerpo se recupere y regenere.
- Control médico periódico: Acudir a revisiones con el médico de cabecera para monitorear indicadores de salud como el peso, la presión arterial y los niveles de glucosa y colesterol.
Implementar estos hábitos saludables de manera gradual y sostenida puede ser clave para alcanzar y mantener un peso adecuado, mejorando así la calidad de vida y reduciendo los riesgos de desarrollar problemas de salud graves.