Hoy, Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, una iniciativa impulsada por la UNESCO para visibilizar y erradicar este grave problema que afecta a millones de estudiantes en todo el mundo, es momento de reflexionar sobre la importancia de crear entornos escolares seguros y libres de cualquier forma de agresión. La violencia y el acoso no tienen cabida en los espacios de aprendizaje, ya que socavan la autoestima, el bienestar y el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes.
El primer jueves de noviembre de cada año se conmemora el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el ciberacoso. Esta fecha tiene como objetivo erradicar un fenómeno que afecta a la infancia a nivel global.
Según datos de la organización, alrededor de uno de cada tres estudiantes sufre acoso escolar en algún momento de su trayectoria educativa. Esta problemática no solo tiene consecuencias devastadoras en el desarrollo emocional y social de las víctimas, sino que además impacta negativamente en el rendimiento académico y en la dinámica general de los centros de enseñanza.
Como comunidad educativa, tenemos el deber de generar acciones concretas que promuevan la inclusión, el respeto y la empatía. Desde los hogares, es crucial fomentar valores sólidos de convivencia y resolver conflictos de manera asertiva. En las aulas, los docentes deben estar capacitados para identificar y abordar oportunamente situaciones de violencia, brindando acompañamiento y herramientas a las víctimas.
“La violencia y el acoso en la escuela son violaciones flagrantes de los derechos humanos de los niños y los adolescentes. Debemos tomar medidas urgentes para poner fin a estos fenómenos y garantizar entornos escolares seguros y propicios para el aprendizaje”, afirmó la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.
Desde la comunidad educativa, se hace un llamado a impulsar políticas integrales que aborden el problema desde múltiples frentes: la capacitación del personal docente, el fortalecimiento de protocolos de actuación, el desarrollo de campañas de sensibilización y la promoción de valores como la empatía, la inclusión y el respeto.
En este Día Internacional, las autoridades educativas y la sociedad en su conjunto deben reafirmar su compromiso inquebrantable de velar por la seguridad y el bienestar de niños, niñas y adolescentes en las aulas. Solo así podremos construir una escuela libre de violencia y acoso.