La disputa territorial en Anta ha puesto de manifiesto un grave ataque al medio ambiente, en medio de una escalada de tensiones entre la firma Agropecuaria Andorrana S.A. y un okupa que reclama la posesión de 5.000 hectáreas en la zona de Tolloche. Este conflicto no solo implica cuestiones legales, sino que también destaca la vulnerabilidad de los recursos naturales frente a actividades económicas ilícitas y la falta de control ambiental.
Recientemente, la Agropecuaria Andorrana S.A. denunció el robo de madera y el desmonte ilegal llevado a cabo por el okupa, que ha establecido en el lote en disputa seis hornos de carbón. La extracción de madera para la producción de carbón, así como el desmonte indiscriminado, representan una grave amenaza para la biodiversidad local. Estos procesos no solo degradan el ecosistema, sino que también contribuyen al cambio climático al liberar carbono almacenado en los árboles talados.
La situación alcanzó un punto culminante cuando el juez de Paz de El Quebrachal, acompañado por directivos de la agropecuaria, intentó verificar los hechos en el lugar. Sin embargo, se toparon con una feroz resistencia que incluyó un intercambio de disparos, lo que obligó a los representantes legales y de la empresa a retirarse y buscar protección policial. Este episodio evidencia la grave tensión existente y el riesgo que enfrentan quienes intentan confrontar actividades ilegales que perjudican el medio ambiente.