Los gastos del presidente están siendo cuestionados y no es para menos. Ayer miércoles su jefe de Gabinete, tuvo que responder a 1.286 preguntas al Senado y saltó que en los viajes al exterior gastó $ 236.059.882,07, esto equivale a más de 1.150 jubilaciones mínimas de junio. Mientras echa estatales, cierra reparticiones y no manda ni un litro de leche a los comedores populares, él continua gastando más que la casta que prometió ajustar. Y eso que todavía falta el viaje a España.
Este miércoles, con el informe de gestión que tuvo que dar al Senado el jefe de Gabinete, tuvo que reconocer que en los viajes realizados hasta ahora gastó casi 240 millones de pesos y, como critican hasta los propios senadores que se aumentaron el sueldo a casi 7 millones, la gran mayoría de esos viajes fueron de claro tinte personal, ninguna visita de Estado, ninguna cumbre con presidentes de otro país. Fue el mismo ministro quien admitió que esa plata se gastó en la Conferencia del CPAC (Acción Conservadora de Donald Trump), visitar y sacarse fotos conElon Musk o ir Israel para abrazarse con los genocidas del pueblo palestino y llorar en el Muro de los Lamentos o en tratar de recomponer las relaciones con el Papa en el Vaticano (144 millones), como también en ir al Foro Económico de Davos para jactarse del ajuste que le está haciendo pagar al pueblo y recibir el galardón judío como “Embajador de la Luz”, viaje en el que gastó más de 91 millones.
Pero esto no es todo, como ahora le aconsejaron que por seguridad no viajara más en vuelos de línea, en el próximo viaje que planea a España estiman que gastará cerca de 450.000 dólares, es decir 430 millones más, de nuevo para reunirse con la cúpula de la ultraderechista Vox y no mucho más.
Es un verdadero escándalo que mientras niega giros a las provincias, echa miles de estatales al no renovar sus contratos, cierra organismos del Estado, quita los subsidios que llevan el transporte y las tarifas a las nubes, él vive una vida al estilo de la casta que decía venir a combatir.
