En Casa Rosada creen que los sindicalistas pueden influir en la votación en el Senado de la Ley Bases. No se descartan reuniones con algunos líderes cegetistas la semana que viene.
La preocupación del Gobierno no es tanto por el daño económico que pueda provocar un paro, sino por las consecuencias de la presión sindical en el Senado, donde se llevará a cabo la prueba de fuego final para la Ley Bases que los libertarios buscan desesperadamente aprobar antes del 25 de mayo.
Los votos están contados y tienen abiertos varios frentes. Uno de los principales, además de la resistencia de los patagónicos a la restitución del Impuesto a las Ganancias, es justamente la reforma laboral, reforma que puede provocar gran desestabilización al más vulnerable, al empleado.