¿Es necesario aumentar la ingesta de calorías durante los meses fríos? Mitos y realidades sobre la alimentación en invierno

Con la llegada de los meses más fríos del año, muchas familias suelen modificar sus hábitos alimenticios, priorizando platos más pesados como bizcochos, guisos y comidas con mayor contenido calórico, en relación con los licuados de fruta o ensaladas. Existe una creencia extendida que sugiere que en esta época es necesario incrementar la cantidad de calorías consumidas para mantener en equilibrio la temperatura corporal, elevando el consumo de hidratos de carbono complejos —como arroz, fideos, polenta y panes— y grasas, incluyendo manteca, aceites y frutos secos.

¿Es esto una recomendación adecuada? La respuesta requiere entender qué nutrientes realmente actúan en la regulación térmica del cuerpo y qué papel cumplen las verduras y hortalizas en nuestra salud durante el invierno.

La importancia de las verduras y hortalizas en el invierno

Lejos de la idea de que solo las calorías de los alimentos pesados contribuyen a enfrentar el frío, las verduras y hortalizas ofrecen beneficios esenciales, especialmente en esta estación. Los vegetales de colores vibrantes, como los amarillos, naranjas y rojos —como la calabaza, los tomates y la remolacha—, son fuentes excelentes de vitaminas A y B, que no solo vitalizan la piel sino que también cumplen un papel protector frente al frío.

Estos vegetales contienen altos niveles de carotenos, que son precursores de la vitamina A, fundamental para mantener la salud visual, la piel y las mucosas. Asimismo, aportan flavonoides antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres, fortaleciendo el sistema inmunológico y ayudando al cuerpo a resistir mejor las bajas temperaturas.

¿Debe aumentarse la ingesta calórica en invierno?

Aunque la idea de consumir más calorías en invierno parece lógica, especialmente en culturas donde los alimentos calóricos y grasos son tradicionales en esta temporada, es importante recordar que una alimentación equilibrada, variada y suficiente en nutrientes es la mejor estrategia para afrontar el frío sin excesos.

El aumento de calorías no necesariamente significa una mayor ingesta de grasas y carbohidratos simples, sino que debe enfocarse en alimentos nutritivos y en porciones adecuadas. Incorporar verduras coloridas y de temporada, junto con proteínas magras y grasas saludables, proporciona la energía necesaria para mantener el bienestar sin sobrecargar al organismo.

La clave para afrontar los meses fríos no está solo en el incremento calórico, sino en mantener una alimentación equilibrada que incluya verduras y hortalizas ricas en vitaminas, antioxidantes y otros nutrientes esenciales. Incorporar estos alimentos en la dieta no solo ayuda a proteger la piel y a fortalecer el sistema inmunológico, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida en invierno, sin necesidad de recurrir en exceso a alimentos pesados o procesados.