La idea de celebrar el Día de la Tierra tiene su origen en Estados Unidos en la década del 70, por iniciativa el senador demócrata Gaylord Nelson (Wisconsin), que preocupado por el deterioro ambiental e inspirado por el movimiento estudiantil contra la guerra, decidió infundir la energía de esas protestas con una conciencia pública sobre la contaminación del aire y el agua.
Acompañado del diputado republicano Pete McCloskey (California), Nelson organizó manifestaciones en los campus universitarios. Ambos legisladores trabajaron junto al activista Denis Hayes, en la organización de las concentraciones.
Entre los tres eligieron el 22 de abril para realizar una gran jornada de movilización, que tuvo un gran éxito, dándole a la movilización el nombre de Día de la Tierra. A partir de entonces se creó una red nacional de promoción de actos en todo el país.
Aquel 22 de abril concurrieron 20 millones de estadounidenses, que en ese momento representaban el 10% de la población total del país. Se comenzaron a impulsar luchas medioambientales iniciándose un proceso de concientización ambiental que no ha dejado de crecer.
Los años 90′
Pero no fue hasta 1990 que el Día de la Tierra se pasó a celebrar en todo el mundo. Ese año, el movimiento se globalizó y convocó a 200 millones de personas en 141 países. La organización earthday.org dice que a partir de ahí se comenzó a allanar el camino para la Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas celebrada en Río de Janeiro en 1992.
Recién en 2009 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución en la cual formalizó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra, popularmente llamado Día de la Tierra. En 2025 el tema principal del día es “Nuestro poder, nuestro planeta” y busca inspirar a millones de personas del mundo a unirse en torno a las energías renovables y a triplicar la generación global de electricidad limpia para 2030.
