La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado que marchará el próximo 30 de abril, anticipando la celebración del Día del Trabajador, tradicionalmente conmemorado el 1° de mayo. La decisión fue tomada durante una reunión del Consejo Directivo de la organización sindical, donde se discutieron las implicancias de la situación económica actual del país.
Según fuentes cercanas a la CGT, el cambio de fecha responde a consideraciones organizativas. Algunos dirigentes sindicales expresaron que sus afiliados planeaban descansar el 1° de mayo, lo que llevaría a que la movilización pierda impacto. Al adelantarse a una jornada laboral, se espera que la marcha tenga un carácter aún más opositor, dado que interrumpirá las actividades diarias de los trabajadores.
Durante la misma reunión, los miembros del Consejo revisaron el nuevo escenario económico que enfrenta el país, llegando a la conclusión de que se prevé una subida de precios y una disminución de los salarios, lo que agrava la situación laboral de muchos argentinos. Además, se decidió que la CGT buscará reunirse con diputados para frenar la reforma sindical en discusión, lo que indica un claro rechazo a las políticas que consideren adversas para los derechos de los trabajadores.
El firme posicionamiento de la CGT podrían reflejar un aumento en la tensión entre sindicatos y el gobierno, planteando un contexto de movilización social en un año electoral.