Un reciente estudio de la consultora Moiguer revela las profundas consecuencias de la crisis económica que atraviesa Argentina, evidenciadas en la notable reducción del consumo entre la población. Según el informe, el 65% de los encuestados han disminuido su gasto cotidiano, mientras que un alarmante 83% ha dejado de comprar productos habituales.
Las restricciones en el consumo han llevado a cambios significativos en las costumbres sociales. El estudio indica que el 61% de los argentinos ha tenido que cancelar salidas con familiares o parejas, el 58% ha suspendido actividades como ir a tomar café o helado, el 56% ha dejado de adquirir golosinas y el 55% ha reducido la compra de gaseosas.
Una de las tradiciones más arraigadas en la cultura argentina, el asado familiar, también ha sido duramente impactada. El 71% de los consultados ha confesado que ha tenido que renunciar a esta actividad, lo que coincide con los datos proporcionados por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA). Según su último informe, el consumo per cápita de carne vacuna ha caído a un promedio de 46,8 kilos durante los primeros nueve meses de 2024, lo que representa una disminución del 12,3% en comparación con el mismo período de 2023, equivalente a una reducción de 6,6 kilos por habitante.