La Libertad Avanza se pavonea por los pasillos del Congreso: su alianza con el radicalismo lo salvó de terminar la semana con un doble fracaso legislativo. No solo logró patear el rechazo del DNU de los 100 mil millones para la SIDE en la Cámara de Diputados, sino que se evitó otra derrota en el Senado.
Una derrota de la que no habría habido vuelta atrás: la sanción del proyecto opositor de movilidad jubilatoria. La iniciativa – que, entre otras cosas, incrementa un 8,1 por ciento las jubilaciones – arrastra el fantasma de la amenaza del veto presidencial y el Ejecutivo está desesperado por evitar aquél desenlace. Victoria Villarruel – que no quiere, tampoco, que en Casa Rosada la responsabilicen por la derrota – pudo posponer el tema para el próximo jueves, ganando así una semana más para que el Ejecutivo negocie modificaciones con algunos senadores radicales.
La estrategia de La Libertad Avanza, cada vez que se presenta la posibilidad de una derrota en el recinto, es siempre la misma: dilatar y dilatar el debate hasta lograr convencer a los aliados díscolos que vuelvan a amigarse con las fuerzas del cielo. Lo intentó, en su momento, con el mega DNU 70/2023, con el presupuesto universitario, el DNU de Inteligencia y, ahora, con la media sanción opositora sobre el tema jubilaciones. El proyecto estaba destinado a ser tratado en el recinto el jueves pasado, pero Victoria Villarruel logró convencer a los jefes de bloque de la oposición de pasarlo para la semana próxima.