Con la postergación de las actualizaciones de las tarifas de gas, electricidad y de la actualización del impuesto a los combustibles, las consultoras privadas coinciden, en su mayoría, que mayo podría tener un IPC cercano al 5%, o incluso por debajo de este número. De la mano de la retracción del consumo, y de los salarios atrasados, es que la inflación podría continuar su fuerte desaceleración por quinto mes consecutivo.
Las métricas mensuales del Orlando Ferreres muestran que la inflación de las últimas 4 semanas es idéntica a la del último mes móvil. Primero, en la medición punta a punta de los últimos 30 días, el IPC-OJF registró una suba del 5,2% para el nivel general y 4,4% para la núcleo. Segundo, al comparar los primeros 24 días de mayo contra los primeros 24 días de abril, el IPC-OJF marcó una inflación general del 4,6% y una inflación núcleo del 4,3%. Esta métrica alcanzó mínimos desde marzo de 2022.
Por último, la variación entre las últimas 4 semanas y las 4 semanas previas, que es un proxy del ritmo al que avanza la inflación mensual, arrojó una inflación del 5,3% mensual para el nivel general y 4,4% m/m para la núcleo.