En un aparente intento de aferrarse al poder, el presidente venezolano Nicolás Maduro ha detenido de manera ilegal a varios ciudadanos de Argentina, Estados Unidos y España, según fuentes confiables. Analistas temen que Maduro esté utilizando a estos rehenes como moneda de cambio para negociar su salida de Caracas.
Tras la caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria, Maduro parece haber tomado nota de las consecuencias que enfrentó ese dictador al perder el control. Ahora, el líder venezolano ha recurrido a la detención ilegal de turistas extranjeros con el aparente objetivo de ofrecer su libertad a cambio de un salvo-conducto que le permita exiliarse en un país aliado.
Fuentes diplomáticas han confirmado la detención de al menos tres ciudadanos de Argentina, Estados Unidos y España. Allegados a las víctimas han denunciado que se trata de una flagrante violación de los derechos humanos y un acto desesperado del régimen de Maduro por mantener el poder.
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente estas acciones y ha exigido la liberación inmediata de los rehenes. Diversos países y organismos internacionales han advertido a Maduro que enfrentará serias consecuencias si no pone fin a estas prácticas ilegales.
Analistas temen que esta situación pueda agravarse y plantea un escenario peligroso en el que Maduro podría llegar a utilizar a los ciudadanos extranjeros como moneda de cambio para evitar su salida del poder. Organismos de derechos humanos han hecho un llamado urgente para que se priorice la seguridad y libertad de estos rehenes.