El cambio climático se hace sentir en este verano letal, marcado por sucesivas temperaturas extremas e incendios forestales que se salen de control y arrasan con miles de hectáreas. El sur de Europa enfrenta una de las crisis climáticas más graves de los últimos años, marcada por incendios forestales de gran magnitud y una ola de calor extrema. Las temperaturas han alcanzado niveles sin precedentes y los servicios de emergencia están al límite.
Este verano letal expone con crudeza cómo el cambio climático está transformando los veranos europeos, convirtiendo zonas tradicionalmente templadas en escenarios de emergencia permanente. La necesidad de adaptación, prevención activa y cooperación transfronteriza es cada vez más urgente.
Todavía no se han difundido cifras oficiales de víctimas mortales atribuibles a las olas de calor, pero los sistemas de salud de los distintos países ya reportaron que se está registrando un alarmante aumento de la cantidad de víctimas y advierten sobre cifras tremendas cuando termine la temporada y se difundan los informes de organismos como la OMS o Copernicus.
Tambien se registró una ola de incendios coincide con la de calor, que este martes entró en su décimo día en España, previsiblemente el peor, con todas las regiones bajo aviso de riesgo.