Río de Janeiro atraviesa una de las jornadas más violentas de las últimas décadas. Una operación policial masiva, desplegada en los complejos de favelas de Alemão y Penha, dejó al menos 119 muertos, aunque la Defensoría Pública del estado advierte que la cifra podría superar los 130 fallecidos.
El operativo, que involucró a más de 2.500 agentes apoyados por helicópteros, drones y vehículos blindados, tenía como objetivo desarticular a la organización criminal Comando Vermelho, considerada una de las más poderosas de Brasil. Según fuentes oficiales, los enfrentamientos comenzaron en la madrugada y se extendieron por varias horas en zonas densamente pobladas.
Vecinos relataron escenas de terror: tiroteos constantes, cuerpos en las calles y familias atrapadas sin poder salir de sus casas. El gobernador del estado, Cláudio Castro, calificó la operación como un “éxito” contra el crimen organizado, aunque organizaciones de derechos humanos y líderes sociales denunciaron el uso excesivo de la fuerza y exigieron una investigación independiente.
Durante el día, gran parte del norte de Río quedó paralizado: el transporte público suspendido, comercios cerrados y barricadas levantadas por los propios vecinos ante el miedo a nuevos enfrentamientos.
La magnitud del operativo generó un fuerte debate político en todo Brasil. Mientras las autoridades defienden la acción como necesaria frente al poder de las bandas, organismos internacionales y activistas locales cuestionan si este tipo de incursiones realmente contribuyen a reducir la violencia o solo agravan el conflicto en los barrios más vulnerables.
En los próximos días, el foco estará puesto en identificar a las víctimas, determinar cuántos eran civiles y revisar los protocolos de actuación policial. También se espera la reacción de las organizaciones criminales, en medio de un clima de tensión que mantiene en vilo a toda la ciudad.
Río de Janeiro vuelve así a quedar marcada por una violencia que, lejos de disminuir, expone las profundas heridas sociales y la falta de una estrategia duradera de seguridad y contención en las favelas.

