En un nuevo indicio de los problemas que causa al Kremlin la inesperada ofensiva de tanques y tropas ucranianas en su propio territorio a más de 40 kilómetros de la frontera, Rusia ordenó más evacuaciones de civiles en las regiones de Bélgorod y Kursk, junto al límite con Ucrania. En total, se trata de más de 130.000 habitantes que deben dejar sus casas casi una semana después del inicio de una incursión sin precedentes de las tropas de Kiev.
El gobernador de Kursk admitió que los ucranianos controlan 28 ciudades de la zona, en tanto que el jefe de las fuerzas militares de Kiev indicó que sus tropas ocupan unos 1000 kilómetros cuadrados de suelo ruso (un área equivalente a cinco veces la ciudad de Buenos Aires). Hasta ahora no había ningún dato oficial y se hablaba de un tercio de esa cifra.
Los analistas recordaban que, desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, ya hubo otras momentáneas incursiones de Kiev. Pero la diferencia ahora es que la actual acarrea numerosas tropas, tanques, otros vehículos blindados y una fuerte coordinación para ataques cibernéticos que confunde a la defensa y que ha hecho huir a decenas de miles de personas. Algunos expertos subrayaron que es el ataque más importante de un ejército extranjero en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.