El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, volvió a tomar distancia del kirchnerismo y lanzó fuertes críticas a Cristina Fernández de Kirchner. En una entrevista con La Nación+, la responsabilizó por la pérdida de representación del peronismo en el norte argentino y reclamó que “devuelva el Partido Justicialista a sus verdaderos militantes”.
“El PJ no puede seguir siendo conducido como una pyme familiar. Cristina lo manejó junto a su hijo Máximo como si fuera un juguete político, para presionar y mantener poder desde su casa”, afirmó el mandatario.
Sáenz señaló que ese control centralizado provocó la pérdida de bancas en el Congreso: “Con esa forma de conducción, el kirchnerismo perdió los dos senadores y hasta su diputado nacional”.
Al analizar los resultados electorales recientes, el gobernador sostuvo que “el mensaje de las urnas fue clarísimo: la gente no quiere volver al pasado”. En ese sentido, interpretó que muchos votaron “por espanto, no por amor”, y atribuyó la caída del peronismo tradicional a la fuerte polarización entre Milei y el kirchnerismo.
“Nos costó mucho romper esa lógica de Milei o anti-Milei. En cinco semanas armamos un frente netamente salteño, para defender los intereses de nuestra provincia”, subrayó.
Por último, Sáenz también cuestionó los intentos del kirchnerismo por influir en designaciones judiciales antes del recambio legislativo: “No puede ser que pretendan nombrar jueces o ministros de la Corte antes de irse. Los jueces deben ser idóneos y representar a la República, no a Cristina ni a nadie”, concluyó.


 
                     
                    