El gobernador Gustavo Sáenz recorrió los avances de la autopista del Valle de Lerma, una de las obras de infraestructura vial más importantes de las últimas décadas en la provincia. El nuevo corredor conectará la Ruta Provincial 24 con El Carril (RP 33) y contempla además la construcción de un canal colector pluvial para mitigar históricas inundaciones en la zona.
Acompañado por el ministro de Infraestructura, Sergio Camacho, y el director de Vialidad Provincial, Gonzalo Macedo, Sáenz inspeccionó los trabajos que se realizan entre Cerrillos (RP 34) y El Carril (RP 33). Allí saludó a los obreros y destacó su labor: “Ustedes van a hacer historia como artífices de esta obra estratégica y muy esperada para la provincia”, expresó el mandatario.
“Esta obra es fundamental para el crecimiento de Salta. Generará producción, turismo y más trabajo, con empleo directo para más de 600 salteños, además de puestos indirectos”, afirmó Sáenz.
Estado actual de la obra
Los trabajos avanzan en distintos frentes. Según detalló el ministro Camacho, ya se están ejecutando obras de alcantarillado, excavaciones y definición de la traza vial. En la zona cercana a la RP 24 se están hormigonando las plateas de alcantarillas, necesarias para construir uno de los nudos viales. También se realiza el despeje del terreno desde el lado del río Rosario.
Además, se están cimentando y hormigonando siete cruces controlados, que permitirán la conectividad a lo largo del nuevo trazado. Camacho subrayó que el tránsito no se verá interrumpido durante la ejecución y que los trabajos se ajustan al cronograma previsto, especialmente en función de la temporada estival.
Por su parte, Macedo explicó que la autopista tendrá una extensión de 22 kilómetros, con iluminación LED, siete nudos viales y tres puentes sobre los ríos Pulares y Rosario. En la zona de Los Vallistos, se construirán cruces a distinto nivel para garantizar continuidad con otras rutas provinciales.
El proyecto incluye además un canal colector pluvial de más de 12 kilómetros, diseñado para dar solución definitiva a los problemas de anegamientos que afectan a la Ruta Nacional 68 durante las lluvias estivales. Esta infraestructura busca proteger la producción, el comercio y la transitabilidad en uno de los corredores más importantes de la provincia.

Una obra pensada a largo plazo
El diseño de la autopista contempla una capacidad para 40.000 vehículos diarios y una vida útil proyectada de al menos 50 años. Con su moderna infraestructura, que incluye puentes, cruces a distinto nivel e iluminación eficiente, se posiciona como una obra clave para el presente y el futuro de Salta.
Los beneficios esperados abarcan una mejora en la conectividad interdepartamental, mayor seguridad vial, impulso al desarrollo turístico y productivo, y una circulación fluida incluso durante la ejecución de la obra.
Macedo destacó la complejidad técnica del proyecto y aseguró que se avanza con precisión y responsabilidad: “Se trata de una obra muy compleja, que exige técnica y planificación. Se irá haciendo despacio, pero conforme al plan de trabajo de la empresa”, afirmó.
Esta autopista no solo representa un hito en términos de infraestructura vial, sino que también consolida una visión estratégica de desarrollo sostenible para la región.