Caminante no hay camino, se hace camino al andar, cantaba Joan Manuel Serrat al musicalizar los versos de Antonio Machado, en la gestión pública bien podrían servir de inspiración estos versos para activar la gestión, cueste lo que cueste.
La paralización de la obra pública que generó infinidad de preocupaciones en los diferentes gobernadores provinciales, tuvo diferentes reacciones, dada la importancia del tema y su repercusión en la producción e infraestrctura para el transporte y turismo. Algunos optaron por conformarse, o contentarse, que nación les trasfiriese la jurisdicción sobre la caminería que surca sus provincias. Otros en cambio, eligieron el conducto más difícil, y como suele suceder a menudo, a mayor dificultad, mayor satisfacción.
En la tarde de ayer hubo dos reuniones muy importantes en Buenos aires. En efecto, el gobernador Gustavo Sáenz, fue recibido por el Ministro de Economía Luis Caputo, con quien parece haber construido un diálogo franco y llano desde hace un tiempo, lo que generó una empatía particular el Ministro para con el mandatario salteño. Tanto es así, que Salta es una de las pocas provincias, sino la única, donde Caputovino a reunirse a solas con el sector empresario, a instancias de una gestión de Sáenz.
En esa línea, la de ayer sumo un jalón más, porque se destrabaron fondos para la prosecución de la construcción de obras viales fundamentales para Salta. Tal es el caso del la ruta Nacional 40, por dar un ejemplo, en estado prácticamente intransitable en los tramos San Antonio de los Cobres – La Poma y San Carlos – Molinos, respectivamente. El gobernador evaluó las consecuencias que podría aparejar un deterioro aún mayor de esos corredores y desde hace tiempo venía gestionando un encuentro al más alto nivel para ocuparse personalmente de que ninguna de las obras nacionales previstas para nuestra provincia vuelva a detenerse. Las gestiones de Sáenz no pasan desapercibidas en los medios nacionales, porque ven a un gobernador hiperquinético al momento de gestionar fondos que impactan rápidamente en obras visibles y necesarias.
Poco a poco fue superando todos los escollos que se le fueron poniendo al frente, y una vez más, como tantas en el pasado, incluso cuando le toco ser intendente de la Capital, fue destrabando asuntos de interés estratégico para el crecimiento y el desarrollo provincial. Igualmente mantuvo una reunión con la Ministra de Capital Humano, Sandra Pettovelo, con el objeto de destrabar la construcción de 12 de nuevos edificios fundamentales para los tres niveles educativos más la implementación de diferentes programas vinculados a la educación que se ejecutarán en Salta. En este sector, al que el gobernador viene dándole prioridad desde que asumió, resulta fundamental que se sigan construyendo edificios apropiados que alberguen a estudiantes para darles comodidades básicas ante el ingente crecimiento poblacional de Salta.
Lo curioso de todos estos hechos altamente positivos llevados a cabo por las gestiones que realiza personalmente el gobernador, es que, como en tantas ocasiones, se lo ve en soledad. Ello llama la atención porque las diligencias gubernamentales concluirán en obras que se sostendrán y mantendrán en el tiempo, de manera que a todos los legisladores representantes de la provincia ante el Congreso de la Nación deberían interesarles particularmente y apoyar vehemente que se puedan ejecutar en tiempo y forma. Pero como dice don Quijote: no se trata de ínsulas Sancho, sino de encrucijadas.