Seis meses de prisión efectiva por desobediencia judicial y amenazas

El hombre incumplió en tres ocasiones medidas judiciales de restricción del hogar y prohibición de contacto. Se solicitó tratamiento por sus adicciones. El fiscal penal de Rosario de Lerma, Daniel Alejandro Escalante, representó al Ministerio Público Fiscal en la audiencia flexible y multipropósito, donde Humberto Gerónimo fue condenado a seis meses de prisión efectiva por su autoría en los delitos de desobediencia judicial (tres hechos)  y amenazas.

Gerónimo expresó de forma libre y voluntaria su conformidad con el acuerdo, mientras que la defensa técnica solicitó que, además de la pena de prisión, se le otorgue tratamiento psicológico debido a su adicción al alcohol. También pidió que se le proporcione atención médica especializada para su diabetes en el Hospital San Bernardo y, de ser necesario, la medicación correspondiente. El juez de Garantías 4,  Diego Nicolás Rodríguez Pipino ordenó el traslado inmediato del condenado a la Unidad Carcelaria Nº 1 para el cumplimiento efectivo de la pena.

El 14 de octubre, la denunciante, pareja del acusado, se encontraba en su domicilio cuando el hombre, regresó de trabajar en estado de ebriedad. Sin motivo alguno y de forma alterada, comenzó a insultarla. La víctima le pidió que se calmara y que dejara de insultarla, advirtiéndole que si no lo hacía, llamaría a la policía, a lo cual le respondió que si lo hacía se quitaría la vida. Cansada de la situación, la mujer decidió avisar al SE 911, logrando que el acusado se retirara del lugar.

Dos días después, cuando la mujer regresaba a su domicilio,  fue informada por su hija, vía telefónica, de que el acusado había ingresado en la vivienda de la que había sido excluido por orden judicial, medida dictada por el Juzgado de Violencia Familiar y de Género 2. Ante este hecho, la denunciante acudió a la comisaría para alertar a la policía, quienes procedieron a la detención del acusado, quien se encontraba escondido debajo de una de las camas de la vivienda.

El 22 de octubre, la denunciante, en circunstancias en las que se encontraba en casa de su hija, recibió mensajes de WhatsApp del acusado, en los cuales la amenazaba de muerte. Ese mismo día, al regresar  a su domicilio, el acusado llegó en estado de ebriedad. La mujer logró escapar sin que él se percatara, regresando cuando el acusado se retiró del lugar. Sin embargo, este regresó a la madrugada para pernoctar en el lugar. La denunciante manifestó que no era la primera vez que ocurrían este tipo de hechos, y que en ocasiones anteriores el acusado la había agredido físicamente.

El fiscal Escalante destacó que los hechos por los que Gerónimo fue condenado se refieren a tres situaciones en las que desobedeció órdenes judiciales previas. A pesar de haber sido notificado de diversas resoluciones que le imponían el cumplimiento de medidas, hizo caso omiso a estas disposiciones, incurriendo en desobediencia judicial.

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