Trump y Lula reunidos en Malasia

Los presidentes mantuvieron una reunión presencial en Kuala Lumpur, acompañados por sus principales colaboradores, para intentar destrabar el conflicto comercial y revisar la agenda política entre ambos países.

Este encuentro se concretó en Kuala Lumpur y, según reveló el gobernante brasileño a través de un posteo en la Plataforma X, fue “excelente”. En principio, se suponía que la conversación entre ambos sería en soledad, pero finalmente, los dos mandatarios estuvieron acompañados por sus ministros más próximos. Al Jefe de la Casa Blanca lo asistieron Marco Rubio, secretario de Estado, y Jamieson Greer, del USTR (Representante Comercial de los Estados Unidos). Con Lula estuvieron su canciller Mauro Vieira y el secretario ejecutivo del Ministerio de Industria y ComercioMárcio Elias Rosa.

Se dio muy rápido la resolución del conflicto por el arancel de 50%, impuesto por Trump al ingreso de bienes brasileños al mercado estadounidense. De tal suerte, lo que había comenzado como una aproximación “soft”, durante la Asamblea Anual de las Naciones Unidas a fines de septiembre, terminó con momentos de “complicidad” entre las dos figuras, al decir de diplomáticos que escucharon la conversación de los presidentes.

Entre los temas que estuvieron en la mesa se destacó la prisión decretada contra Jair Bolsonaro. El presidente de Brasil dijo que había pruebas “robustas” de la independencia de la Corte Suprema para juzgar el caso del Golpe de Estado fallido, del 8 de enero de 2023. Lula le entregó a su colega una carpeta roja, con el símbolo de la Presidencia brasileña, donde se explicó el punto de vista de su gobierno acerca de la crisis política y comercial que se había embutido entre las dos naciones. En ese documento se habla también de la disposición brasileña para intermediar en el conflicto entre EE.UU y Venezuela. De acuerdo con la diplomacia brasileña, los norteamericanos reaccionaron en forma “positiva” a la oferta.

Lula no parece haber cedido a presiones americanas de moderar sus relaciones con la gran potencia asiática. “No queremos una disputa que nos obligue a elegir entre China y Estados Unidos. Queremos quedarnos del lado de China, de EE.UU., de Malasia y de todos los demás países”, sostuvo.