Zapata entre perros y gatos, pero no el tabaco

En su discurso matinal y haciendo gala de un humor en el que la mayoría de las veces se ríe solo él, el diputado nacional Carlos Zapata, al concedérsele la palabra para que fundamentase su defensa a ciegas de la ley Bases, esbozó un comentario que evidentemente no provocó ni las carcajadas, ni al menos las sonrisas que buscaba.

Dijo que prefería a un presidente que le gustaran los perros, no como a los anteriores que le gustaban los gatos. La afirmación, es notable, porque a quien se apodaba como gato durante su gobierno en las tribunas de poblados estadios de fútbol era a Mauricio Macri. A los capitostes kirchneristas, directamente les decían kukas o chorros, sin más vueltas.

Ahora bien, ocurre que el bloque del PRO en su mayoría, incluyendo a la reciente admiradora del juez Ariel Lijo, sor María Eugenia Vidal, apoyan incondicionalmente la sanción de la ley. No es el primer agravio reciente hacia la figura del ex presidente.

En la cena de la Fundación Libertad, en la cual el presidente Milei, a quien tampoco se le suelen festejar sus lamentables imitaciones de políticos, dijo que luego de la gestión del “coloso” (textual) Sturzenegger la gestión del Banco Central fue tan horrible que provocó la derrota electoral de Cambiemos.

Por un instante el auditorio pareció paralizarse, porque esta descortesía se la profirió en la cara a su  supuesto socio político, sumándole a esto que a pocos metros estaba sentada patricia Bullrich, distanciada en malos términos actualmente de Mauricio Macri.

El chascarrillo de Zapata, en vez de generar sonrisas, puso de manifiesto que el diputado nacional sigue esquivando referirse a las actividades mafiosas del denominado “Señor del Tabaco”, Pablo Otero, quien, según fuentes periodísticas, tendría apalabrados a legisladores de distintos bloques.

La situación de Zapata, pese a sus bromas fallidas, se torna cada vez más evidente y sospechosa, porque evidentemente no puede desembarazarse de las acusaciones que desde distintos sectores de la producción le vienen realizando ante su falta de reacción y respuesta en cuanto a que opera directamente a favor del “Señor del Tabaco”, cuya evasión, valga recordarlo, asciende a los U$S 800.000.000 de dólares e implica uno de las evasiones tributarias más importantes de la historia argentina.

Ello sin perder de vista el enorme perjuicio que causa a las provincias tabacaleras y en especial al Fondo Especial del Tabaco. Pese a que la causa federal duerme en el Juzgado Federal de Daniel Rafecas, no sería descabellado pensar que en algún momento dado el volumen de dinero al que hacemos referencia, debe comenzar a tramitarse como corresponde y entonces, legisladores de diferentes bancadas, pero especialmente de La Libertad Avanza y el PRO, deban dar explicaciones de sus actos ante una situación que cada vez más se muestra inexplicable. Aunque Zapata no pierda el sentido del humor, todavía.

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