EE.UU. se acoplo al conflicto abierto que afecta a Irán e Israel

En un escenario que se intensifica rápidamente, Irán ha lanzado una serie de misiles balísticos que han provocado cortes de energía en el sur de Israel, en medio de un contexto de creciente tensión y enfrentamientos directos. La ofensiva, que se desarrolló durante la madrugada, fue en su mayoría interceptada por las Fuerzas de Defensa israelíes, que lograron frenar la mayoría de los proyectiles antes de que causaran daños mayores en territorio israelí. A raíz de esta situación Estados Unidos tomo la partida y lanzó ataques con misiles contra Irán, específicamente contra instalaciones nucleares en Fordo, Natanz e Isfahán. La operación se llamó “Martillo de medianoche” y, según informes, el objetivo era “devastar el programa nuclear” de Irán. Tras los ataques, Estados Unidos emitió una alerta global para sus ciudadanos. 

Mientras tanto, en Teherán, las autoridades iraníes aseguraron que la planta nuclear de Fordow, ubicada dentro del complejo nuclear del país, fue bombardeada nuevamente en un acto que incrementa la tensión regional. Este incidente se suma a una serie de ataques y amenazas, consolidando la percepción de que Irán no solo está en guerra con Israel, sino que también busca mostrar su capacidad de respuesta frente a las acciones militares y diplomáticas de Estados Unidos y sus aliados.

Los 11 días de conflicto

Este lunes se cumplieron 11 días desde que estallara un enfrentamiento directo entre Irán e Israel, un conflicto que ha ido escalando con cada día. En el transcurso de este período, se han registrado múltiples ataques en ambos frentes, además de amenazas explícitas de represalias por parte de Irán. La intervención militar de Estados Unidos ha sido clave en este escenario, ya que ha realizado bombardeos selectivos en las principales instalaciones nucleares iraníes, específicamente en Isfahán, Natanz y Fordow, en un intento por frenar el avance iraní en el desarrollo de armas nucleares.

Respuesta iraní y advertencias de represalia

Las acciones de EE.UU. fueron seguidas por una enérgica respuesta de Irán, que emitió una advertencia formal a través del asesor del líder supremo, Ali Akbar Velayati. En declaraciones contundentes, Velayati afirmó que cualquier base militar utilizada por Estados Unidos, ya sea en la región o en otros países, podría ser considerada un objetivo legítimo para ataques iraníes. La declaración refuerza la narrativa de que Teherán está dispuesto a defenderse con todos los medios disponibles, incluso en el marco de un conflicto regional e internacional.

Ante la escalada, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido una alerta global destinada a ciudadanos estadounidenses y personal diplomático en la región, recomendando extremar precauciones y mantenerse en lugares seguros.

Nuevos ataques y respuesta militar en tierra

En las primeras horas del lunes, las sirenas de alarma nuevamente resonaron en el norte y centro de Israel, alertando a la población ante nuevos lanzamientos de misiles balísticos provenientes desde Irán. En respuesta, la Fuerza Aérea israelí llevó a cabo ataques de represalia, concentrándose en infraestructura militar y objetivos estratégicos en la ciudad iraní de Kermanshah.

Daños en la infraestructura nuclear iraní

Los bombardeos de Estados Unidos, por su parte, causaron daños significativos en las principales instalaciones nucleares de Irán, afectando la producción y el avance del programa nuclear iraní. La comunidad internacional observa atenta, con muchas naciones pidiendo calma y una eventual reanudación de las negociaciones diplomáticas para evitar una mayor escalada del conflicto.

Perspectivas futuras

La situación en Medio Oriente continúa siendo volátil, con un escenario que parece encaminado a una posible confrontación prolongada. La combinación de ataques militares, amenazas políticas y respuestas diplomáticas marcará los próximos días, mientras la región enfrenta una crisis que podría tener repercusiones globales.