Una sensación de alarma recorría ayer los despachos de las secretarías que dependen del sensible Ministerio de Capital Humano, donde se frenó buena parte de la actividad. La crisis interna creció a partir de la denuncia que inició la propia titular del área, Sandra Pettovello, contra uno de sus secretarios, y ahora es una creencia generalizada en la cartera de que todos todos quedaron bajo sospecha y son pasibles de ser investigados en la Justicia. Mientras tanto, se acumulan las renuncias.
“Los funcionarios se dedican esencialmente a hablar, escuchar, tomar decisiones, y firmar. Ahora nadie se está atreviendo a firmar”, ilustró el escenario en la mega cartera social un operador todoterreno que frecuenta a diario sus oficinas. El área donde se produjo el cimbronazo fue Desarrollo Social, pero en el resto de las secretarías -Educación, Trabajo, y Salud- también están en vilo. “Los funcionarios cobran como mucho dos millones de pesos por mes, y son responsables con su firma por miles de millones. Ahora que saben que todos pueden ser investigados están muy cag… Está todo embarradísimo”, dijo un dirigente libertario con llegada al Gabinete.
En los pasillos de las secretarías se rumorea que podría continuar el vaciamiento de funcionarios de los últimos días, aunque muchos cuadros de primeras y segundas líneas están a la espera de que se aclare el panorama para decidir si se quedan o se van. Muchos no descartan saltar del barco la semana que viene si no hay una señal de contención desde la cúpula en los próximos días. Por caso, sólo ayer se fueron cuatro cuadros de Educación, donde manda Carlos Torrendell.
Todos saben que Pettovello es un caso aparte en el equipo libertario, por su cercanía con el Presidente, que intervino innumerables veces para defender sus acciones desde el fin de semana. “Sobre ese área nadie puede decir nada sin ganarse el infierno”, deslizaron.