A los 84 años, Gasalla falleció en el Sanatorio Otamendi de Buenos Aires, después de haber enfrentado una prolongada enfermedad que afectó gravemente su salud en los últimos años.
La triste noticia fue anunciada a través de un emotivo mensaje por el productor teatral Carlos Rottemberg en sus redes sociales. La salud de Gasalla, ya comprometida por la demencia senil, había generado gran preocupación entre sus familiares y seguidores. Recientemente, había sido dado de alta tras una internación por neumonía, pero su estado de salud continuaba siendo frágil.
Antonio Gasalla se destacó en el mundo del espectáculo argentino por sus memorables personajes y su inigualable capacidad para hacer reír al público. Desde su debut, logró conquistar el corazón de generaciones, convirtiéndose en un ícono del teatro y la televisión en el país. Su partida deja un vacío imposible de llenar, tanto en el escenario como en la memoria colectiva de una nación que creció con su talento.
El impacto de su muerte ha resonado en las voces de muchos colegas y amigos del medio. Personalidades como Georgina Barbarossa, Marcelo Polino, Daniel Araoz, Gabriela Guerrero Marthineitz, Pía Shaw y Cecilia Rosetti han expresado su tristeza y homenajeado la trayectoria de Gasalla a través de conmovedores mensajes y recordatorios de su significativo aporte al arte.
En estos momentos de duelo, la figura de Antonio Gasalla seguirá viva en el recuerdo de quienes disfrutaron de su humor y su carisma, así como en las nuevas generaciones que, a través de sus obras, seguirán conociendo su legado. Su pérdida es un recordatorio de la fragilidad de la vida y del impacto duradero que un artista puede tener en la sociedad.
