Violeta o naranja no es una adivinanza, no una simple opción porque color puede gustar más, sino que en Salta se convirtió en la clave para develar otra de las mentiras con las que la policromática diputada Emilia Orozco pretende confundir o engañar al electorado. La extraña de pelo largo realizó una fuerte campaña con el único objetivo de expulsar a cualquier mujer que pudiese hacerle sombra. Así fue que cuando vino a Salta, el “Jefe” Karina Milei prohibió personalmente que la dejasen entrar a la siempre blonda y sonriente Alba Quintar al acto que se organizó en el Alejandro I.
Por ese entonces, “Emily” como alguien la trata suavemente en forma particular, creía disponer de manera omnímoda de la voluntad de Javier Milei. Todos sabemos que el presidente no se caracteriza por su docilidad y mucho menos por ser un hombre incauto, en todo caso es famoso por su desconfianza hacia propios y extraños. Y si no que lo diga su ex amigo Nicolás Posse. “Emily” creyó por mucho tiempo que levantaba y bajaba el pulgar de quien ella quería en la ahora amplia franja libertaria. Hasta que vino la debacle electoral de Santa Fe y entonces los primos Lule y Martín Menem, herederos del olfato político de su tío Carlos Saúl, le explicaron al “Jefe” que en las provincias el armado no se opone a los simpatizantes. Con mayor razón si los primos ya tiene en vista el 2027, en donde Milei buscará su reelección, hasta ahora con amplias probabilidades de éxito. Lule y Martín están convencidos que no importan de dónde vengan los votos, sino que vengan. “Emily” cree que Lule es un habitante de la Quebrada de Lules y no el principal armador político que tiene el gobierno nacional, que además, siempre cuenta una anécdota.
Corría junio de 1988 y su tío Carlos Saúl, el “Carlos” para los amigos se iba a enfrentar en unos días Antonio Cafiero, quien literalmente apoyaba absolutamente todo el peronismo, casi sin excepción. Algún mal intencionado le contó al “Carlos” que Cafiero había dicho en rueda de amigos en tono triunfalista y burlón que cuando lo aplanase al “Turco” en las elecciones internas, no le iba a dar ningún empleo, ni siquiera portero de la Casa Rosada resopló confiado don Antonio. Con su humor provinciano, Menem lo palmeó en la espalda al cuentero y le dijo: pobre Antonio en la misma noche que pierda, todos los que lo rodean van a venir en fila a abrazarme. Así ocurrió. Cafiero quedó más solo después de la dura derrota, que Carlos Ruckauf en el día del amigo.
La semana pasada aterrizaron en Salta, previa escala en Jujuy el grupo de elite de influencers que rodea a los hermanos Milei. En Jujuy, los revieron Ezequiel Atauche y Manuel Quintar, hermano de Alba. Las fotos recorrieron toda la provincia. Después vinieron a Salta y se sacaron fotos abrazados con “Emily”. Esas fotos tuvieron un sabor amargo, porque ni el Gordo Dan, ni Iñaki Gutiérrez, ni Agustín Romo, ni Tomas Jurado ni Eugenia Rolón salieron públicamente ni en forma privada a descalificar a los candidatos del Frente Liberal Salteño, sencillamente porque Manuel Quintar es una de las cabezas libertarias de Jujuy y como dijo Lule, no importa de donde vengan los votos sino que vengan. Entonces Emilia nos mintió a todos cuando quiso despegarse y no reconocer que en realidad ella no apoya a los candidatos de Milei, sino a los de Olmedo, que no es lo mismo. Para nada. Naranja o violeta chupate la camiseta, o algo parecido. Eso es lo que quedó de la visita que los influencers le hicieron.