En medio de un clima de tensiones crecientes y tras el fracaso de negociaciones de paz, Israel ha lanzado una ofensiva a gran escala contra el grupo terrorista Hamas en la Franja de Gaza. La decisión, anunciada por la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu, responde a la persistente violencia y las amenazas que representa Hamas para la seguridad del Estado israelí.
El primer ministro Netanyahu ha indicado que el Ejército israelí ha recibido órdenes explícitas para desmantelar tanto la infraestructura militar como la política de Hamas. Esta operación busca, según las autoridades israelíes, debilitar considerablemente la capacidad de Hamas para llevar a cabo ataques y, además, tiene como objetivo crucial garantizar la liberación de los rehenes israelíes que permanecen en manos de la organización.
Las negociaciones de paz entre Israel y Hamas habían estado en marcha durante algunos meses, pero los esfuerzos han fracasado en medio de un aumento de las tensiones y ataques recientes. Este último desenlace marca un punto crítico en el conflicto, que ha visto ciclos de violencia intermitente durante años.
La decisión de lanzar una ofensiva militar a gran escala ha sido recibida con preocupación por la comunidad internacional, que teme un incremento de la violencia en la región y un aumento del sufrimiento de los civiles en Gaza, quienes ya enfrentan una grave crisis humanitaria.
La ofensiva ha generado reacciones variadas en la región y más allá. Mientras algunos países han expresado su apoyo al derecho de Israel a defenderse, otros han condenado el uso de la fuerza y han pedido a ambas partes que retomen el diálogo. Las organizaciones de derechos humanos han instado a la comunidad internacional a actuar para proteger a los civiles y a buscar soluciones pacíficas al conflicto.
A medida que la situación se desarrolla, se esperan actualizaciones sobre el impacto de la ofensiva militar y las posibles respuestas de Hamas y otros actores en la región. La situación continúa siendo volátil y compleja, con consecuencias potencialmente devastadoras para la población civil de Gaza.
